Punto de partida



La literatura sigue siendo la res nullius sobre la que todos inciden: con harta frecuencia, la osadía se nos muestra de la mano de la barbarie y, para mayor oprobio de lo que entendemos por cultura, quienes ejercen el menester de la crítica -salvo excepciones fáciles de contar- apenas traspasan el nivel de los juicios de valor sin más sentido que el de la intuición primitiva o el interés culpable.
Camilo José Cela (Fundación Juan March, 06/06/1975)

Habría que ver si el momento propositivo es ese en el que uno da una opinión porque está subido a una tarima con ocasión de una gala, un premio, un evento de este tipo. Porque eso supondría que ese es el momento del compromiso, el momento en el que hay que decir algo. Pero esto corresponde en el fondo a una estructura ridícula del poder y la política. Es ridículo pensar que el lugar desde el que se enuncia es el lugar donde te dan un premio y aprovechas para decir: "estoy a favor de la migración del cangrejo rojo" o "me parece muy mal que torturen a la gente". Estás confiando en la misma lógica vertical y descendente que es que cuando te dan el micro te tienen que hacer el plano para que tú hagas la declaración. Lo importante es si el compromiso o la cutrez, la intensidad o la falta de ella se encuentran en la pieza musical, en el disco que uno hizo, el poema que compuso...
Fernando Castro Flórez (La Tuerka: El mundo de la cultura. ¿Vendidos o comprometidos?)


Sobre la música sustantiva


1:1 No hay un terreno más propicio que la canción popular para el fraude crítico y creativo. Esto se debe a su naturaleza discursiva, que es engañosa y doble: musical y literaria.
1:2 Existe un discurso específicamente musical, situado fuera del verbo: incluso intuimos en los intervalos y en las escalas un atributo de referencialidad sui generis. Este discurso es motivo de la evolución de los géneros y constituyente de las identidades musicales.
1:3 Por lo general, la canción que se precia de ser comprometida resulta estar comprometida con todo menos con la música; se ha edificado sobre la porosa piedra del fraude. Así no hay Iglesia que dure.
1:4 En ocasiones, el medio especializado en música resulta estar especializado en todo salvo en la música y con frecuencia supedita el discurso específicamente musical a la militancia patriota o la casualidad geográfica.
1:5 Las ideas y las originalidades específicamente musicales (esto es, la creación sustantiva, la imagen evocadora en el texto, la melodía sorprendente sobre el cifrado) son necesarias para la buena salud del género, para combatir endogamias y aristocracias.
1:6 Si hay un verdadero punto de partida para todo esto es el momento en que unos ojos vidriosos leen, en una revista de crítica musical, la siguiente apreciación:

vuelven para ofrecernos una nueva colección de buenas canciones llenas de melodías, estribillos y guitarras



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